jueves, 22 de diciembre de 2011

Felicidad

Que sí, que hace nueve años

que no nos vemos. Hemos

cambiado a horrores,

no, tú estás igual, caes

en la cuenta de una cosa

las mujeres son más densas

con el maquillaje y los hombres,

renacemos con lo de la belleza

está en el interior para evitar

las miradas sobre las canas

las arrugas, las barrigas

y ellas, compran prendas

en negro, dicen, son elegantes

mientras sonríen tímidamente.

Chica, estás igual, y desvías

esa garra, ese mordisco

en los tobillos del alma.

Chico, te encantaba pintar

¿sigues haciéndolo?, no

tengo hijos y son mi herencia,

perpetúan mis dotes

hasta que se les retiren

los dientes de leche.

¿recuerdas? y esa pregunta

le impone otra capa más

de reafirmante y a mí

me sale otra caries,

recuerdas ese olor a madera

quemada de primeros de septiembre

todos en fila india, sí, chica, estás

igual de espíritu y eso, es el punto

y final de una historia de amor

que pudo ser y no fue.

ya nos veremos, tenemos que quedar

más a menudo y sientes ganas

de doblar la esquina para llorar

un poquito, con mocos y luego

seguir como si nada, elegante

o cultivando lo de adentro

para que sea la bandera del afuera.



Pablo Esteve. Donosti. 22/12/2011

Poema esenciado

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