Freiburg tiene unos tranvías amarillos
casi del mismo color que el collar
que me regaló Ana al pie del Montblanc
sí, sí era un renacuajo y me iba con cualquiera,
y fue antes de maravillarme con la cantidad
de flashes desechados, almas abandonadas,
por los sumideros del glaciar. Eso me devuelve
a esa fotografía con el pie torcido, manía
recriminada por mi padre, no lo tuerzas,
y me mordía el labio inferior como ahora
cuando estoy a punto de soñar sin control
y me inquieta no hacer novillos en esa asignatura
del deber, de la conformidad, de lo que nos corresponde.
Pablo Esteve. Donosti. 29/06/2011.
Papiroflexia para Ingenieros Aeronáuticos.
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