domingo, 12 de julio de 2009

Siguiendo...

Nada de toc, toc. Siguiendo mis pasos, me encuentro esa puerta. ¿Qué hay dentro? No me importa. La gente ni se ha dado cuenta de que está abierta. Alguien vendió vendas para los oídos, tapones de silicona para los ojos. Miro a los lados, nadie. ¿Dónde se fueron todos en una tarde de julio? Al cansancio de lo mascado, al plástico de la soledad o al abrigo de unas cañas (ante eso me quito el sombrero). Dejaos de historias y entrad, con los pantalones subidos y los ojos bien bostezados.

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