lunes, 23 de febrero de 2009

Sueñan las pulgas con comprarse un perro

Nos tocó a suertes vivir este mundo, esta época. El asunto más importante es decidir cómo se vive. Pegados al televisor viendo qué vestido o qué peinado lució Penélope Cruz en la gala o soñando con ser un participante del Gran Hermano número X (progresión aritmética). Es una buena realidad. También podemos asistir a exposiciones, hablar de literatura, arte, fotografía o mejor aún hablar con la gente, con esos mismos nadies que construyen palabras como pizpireta, garabato. No sabemos si fue un mendigo o un empresario o alguien a punto de suicidarse. No nos interesa tampoco. Nos movemos cogiendo de aquí y de allí todos los colores del arco iris hasta mancharnos y manchar a quien se acerque curioso, infantilmente.



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