hasta que se retocó los labios tenía perdido
su aliento entre mi lengua. Repetía que el jazz
no era asunto de hombres y que el contrabajo
se decidía en un tango de manos que se buscan,
chocan en un suspiro y se alejan y se cruzan.
Eso me pasó a mí, busqué su dirección en el escote
y ahí terminó bobby tucker de la peor manera
tanto que no supe cómo decirle que se viniera
conmigo. Hubiera bastado con una copa de menos
o con pegarle un tiro a este olor a fracaso que no se va.
Pablo Esteve. 12/05/2011. Papiroflexia para Ingenieros Aeronáuticos. Donosti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario